Todos nacemos feos, pobres y calvos
Y el que me diga lo contrario es porque no ha visto su foto a los 2 días de recién nacido
Luego de un año, o más, o nunca, los bebés agarran cuerpito y se hacen más bonitos… no todos, algunos se mantienen así…
Y si te mantuviste feo, pobre y calvo desde que naciste, o peor aún, pasaste por una adolescencia efímera donde sólo fuiste guapo y atlético, con cabellera frondosa y con el dinero suficiente durante un par de años, y luego volviste a tu esencia y aún así lograste conseguir pareja, pues me te admiro.
Si amigo o amiga, déjame decirte que en esas circunstancias ligaste en modo difícil, en modo legendario… casi con el mismo nivel de complejidad que emprender en latinoamérica.
Lograste venderte como la última coca cola del desierto, y lo lograste…
¿Por qué no aplicamos esto a las ventas en nuestro negocio?
Es decir, el mismo principio, hacer que lo feo se note pero no estorbe, lograr NO mostrar el hambre de ser pobre y verse necesitado, y tener la habilidad de que lo calvo sea algo que juega a nuestro favor.
No es fácil
Pero tampoco es imposible
En el siguiente libro gratuito te enseño qué puedes aprovechar de ser feo, pobre y calvo en tus ventas, en tu negocio.
Son sólo 10 minutos de lectura.